Revisitando obras y estilos arquitectónicos en la trayectoria profesional de Murillo Luque


Tal como relata el libro "Promesas de Eternidad", el Arquitecto Murillo Luque desarrolló un estilo propio que caracteriza las obras que construyó a lo largo de su extensa vida en la geografía variada de la República Argentina. El recorrido de sus obras a la luz de la síntesis de sus principios rectores proyectuales ayuda a la comprensión de los mensajes claves que transmiten y a partir de ello juzgar sus resultados. Desde su concepción, a la construcción y mantenimiento, es decir, el ciclo de vida de sus obras, la aplicación de principios proyectuales vinculadas al mundo simbólico aluden claramente a la búsqueda de trascendencia.  Esta búsqueda, que ha sido una invariante en la historia de la arquitectura, se estructura en el caso de las obras de Murillo Luque a través de principios rectores proyectuales que se van aplicando en distintos edificios y proyectos cuyos desarrollos apelan a comunicar mensajes superadores de cuestiones humanas básicas, como la sensación de protección, de adoración, de aprendizaje, de descubrimiento, se encuentra contemplada en obras que proponen un mensaje contundente en sus fachadas y partido general, que se reconocen en sus detalles puntuales tanto en el tratamiento de la luz, texturas, materiales y técnica constructivas. 


Por ejemplo, uno de los principios que ha caracterizado su obra es la utilización de transparencias, como puede reconocerse en la foto del interior de la célebre "Iglesia Transparente".  este proyecto ha propuesto a sus fieles una forma de interpretar la penetración de la luz diurna y la contemplación de las estrellas durante la noche que invita a permanecer en una actitud contemplativa. La fluidez del espacio del templo con sus faldones de hormigón que simulan dos manos orando son mensajes elocuente de espiritualidad materializados en la forma de los edificios y el manejo de la luminosidad irrumpiendo creando una atmosfera que permite la congregación tanto de una audiencia de miles posible de organizar en grupos mas pequeños con una visibilidad y acústica excelente. 

La participación del diseño del edificio en el espíritu de la actividad congregacional, la nave central. pero es destacable también que además de la nave el edificio de la iglesia transparente, los pórticos del edificio permiten sucesivas plantas en las que se van dando actividades de apoyo que crean una infraestructura apropiada "en vertical" para satisfacer las necesidades de una comunidad muy amplia con necesidades diferenciadas.    

Las transparencias: en este proyecto Alude al uso del vidrio y fachadas que literalmente permiten ver el interior de los edificios, estableciendo una fluida relación entre los interiores y el exterior. La noción de transparencia es también simbólica, una forma de mostrar creativamente los espacios interiores, procurando a través de ello, dar a la arquitectura un significado más profundo como escenografía de la vida misma. El carácter transparente de la arquitectura, jugando con la iluminación natural jerarquizando los espacios interiores, intenta crear una atmósfera de gran riqueza espacial que cuando integra además algún simbolismo transmite un mensaje revelador que se constituye como la esencia del edificio, condicionando su forma y su función a la imagen simbólica que le da sentido como tal.




Un caso reconocido en su obra son los chalets de estilos californianos en cuyos diseños se apeló a una forma de hacer "flotar" sus lozas con grandes cenefas, generando así un efecto de atectonicidad: Desmaterializar las viviendas de modo que aludan a un estilo de vida amigable y relajado. Si bien Villa Maipú en el partido de San Martín, donde se erige este proyecto ha sufrido cambios notables en su composición socio-urbana, rodeada de barrios populares, villas y asentamientos informales, el barrio Cabuli ha mantenido sus características proyectuales originales y constituye un espacio con una enorme identidad propia y estilo.   

En la obra puede reconocerse un marcado interés por demostrar la capacidad de la técnica en erigir enormes volúmenes elegantemente sostenidos por apoyos livianos, gracias al desarrollo del hormigón armado. Pero en el lenguaje arquitectónico utilizado, el recurso de atetonicidad busca imprimir a la obra un carácter místico supraterrenal, como extraído de un mundo espiritual, donde la ley de gravedad no rige. Este recurso, empleado en obras diversas, tanto templos, como edificios en altura, transmite el sentido de la arquitectura como esencialmente la envolvente de espacios habitables, para transformarse en piezas de un conjunto más grande cuya complementación y articulación definen espacios etéreos, escenarios del misterio de la existencia humana mediada por el devenir del tiempo, las mutaciones del día a la noche, las estaciones del año y el ciclo vital de los edificios. 



Otras obras emblemática de su producción y estilo son las torres en distintas avenidas de Buenos Aires, en las que sistemáticamente procuró asignarle una identidad en particular. Sus edificios en altura pasan desapercibidos por apelar a criterios de armonia con el entorno, tanto en términos cromáticos como de texturas, eligiendo un lenguaje que lejos de procurar destacarse, al contrario apela a la mímesis.  

En sus diseños, pueden reconocerse la búsqueda por combinar colores que generen una sensación de armonía y equilibrio que se combina con el uso de materiales cuyas texturas entablen un dialogo virtuoso entre la experiencia cotidiana de vivir y la esperanza de aspirar a algo más. Sus viviendas generalmente responden a colores cálidos que albergan la alegría de vivir, en sus ambientes más privados, con la búsqueda de convivir cordialmente con colores más fríos en sus ambientes más públicos. Sus fachadas presentan en general colores fríos que se confunden con el azul del cielo respetando los colores naturales de los materiales. Las texturas elegidas también invitan a la experiencia de lo rústico en su escala cromática natural con las superficies pulidas resultado de la técnica.


Otro de los principios destacables de su obra son los de simbología e identidad:
En las obras recurrentemente se apela al uso de símbolos diversos, extraídos de metáforas que relacionan los edificios con elementos naturales como montañas, pirámides, óvalos o carácter identitarios con un nivel de eclecticismo tal que combina elementos de las culturas originarias con los órdenes clásicos y recursos estilísticos inéditos. Estos elementos combinados en diferentes formas desarrollan en sus obras un lenguaje arquitectónico expresivo, que reinterpreta el significado de distintos símbolos insertos y combinados en la morfología, estética y funcionalidad de sus edificios. 

Los símbolos son percibidos como un factor de construcción de identidad asociados al carácter y función. Sus edificios concebidos a partir de símbolos e identidades muy definidas tienden a mimetizarse con sus entornos, tanto urbanos como rurales, del cual extraen inspiración para sus formas y funcionalidad, sugiriendo nuevos significados que llevan a replantear constantemente la identidad del sitio.


El juego de contrastes entre sombras proyectadas en muros con distintas texturas en un recurso estilístico frecuentemente empleado.  Esto puede ocurrir tanto en edificios residenciales como industriales o comerciales. Siempre hay una preocupación en sus diseños de volver a inventar motivos artísticos que den lugar a la curiosidad y el deseo del espectador o el usuario por descubrir cual es la propuesta detrás de fachadas y espacios particulares. Permanentemente en sus obras pueden reconocerse el juego de contrastes entre colores, texturas y volúmenes. El trabajo de paños ciegos con amplios ventanales es un ejemplo típico en su arquitectura, al igual que trabajar con volúmenes lisos puros y muy sofisticados con filigranas decorativas. 

La enfatización de volúmenes utilizando el recurso de sombras arrojadas posibilita en su obra proporcionar dramatismo al conjunto y enfatizar determinados rasgos que interesan particularmente, tal como la horizontalidad o la verticalidad. El uso de cenefas anchas arrojando sombras es un recurso frecuente para enfatizar el remate de los edificios y dramatizar determinados espacios a los que se busca jerarquizar por su función dentro de sus edificios como los púlpitos en sus iglesias o las salas principales en sus viviendas. Reminiscencias árabes pueden reconocerse en tales decisiones proyectuales que combinan contrastes volumétricos con detalles estilísticos ornamentales que enfatizan a través de contrastes el carácter y jerarquía de determinados espacios.

La contextualización y graduación público-privado es otro principio reconocible en su obra, aprovechando accidentes geográficos como una diferencia topográfica, ayudando a la dramatización y posicionamiento de los volúmenes, como puede advertirse en la escuela comunitaria rural de Andresito. El diseño de esta obra  fue realizada con restricciones severas de presupuesto; sin embargo, la elegancia de los volúmenes emplazados en un marco natural exuberante permitió implantar una obra de calidad que permite una fluidez notable entre los espacios semipúblicos con sombras y confort para los recreaos y la necesaria privacidad de las aulas como templos de la enseñanza. 

 Sus edificios apelan permanentemente a una suerte de ambigüedad entre lo público y lo privado, los porches en las viviendas, los atrios en las iglesias, los vestíbulos en las fábricas y comercios son espacios de transición concebidos para comunicar un sentido de fluidez y articulación entre los mundos de lo público y lo privado. Esta fluidez es insinuada en transparencias muchas veces marcados en ornamentos de filigranas y recursos estilísticos que insinúan espacios indefinidos en los que se confunden sus roles de transición como preparación a una nueva experiencia habitacional. Los tratamientos de claroscuros crean espacios inmateriales con características místicas que se conjugan con el uso de contrastes entre materiales distintos que sirven al propósito de sugerir recorridos múltiples dentro y alrededor de los edificios proyectados. Un compromiso con aportar al espacio público a través de espacios transicionales semipúblicos puede reconocerse en la mayoría de sus obras materializado en la forma de explanadas, esquinas y jardines que embellecen la experiencia peatonal citadina.


En sus obras de urbanización, especialmente, puede advertirse un uso del eclecticismo y el ritmo de elementos visuales, como fachadas, que invitan a pesar en una arquitectura con gran liberalidad y desprejuiciada en cuanto a estilos. Nuevamente la urbanización en Barrio Cabuli, como asimismo sus proyectos de barrios en Patagonia reflejan la búsqueda  de un lenguaje estético innovador, vibrante y pujante propio de la diversidad de barrios progresistas erigidos en Buenos Aires en la década de los 50-60s.  Eclecticismo y ritmo: El uso de diversos estilos arquitectónicos combinados, proveniente de distintos bagajes culturales y técnicos es un recurso típico para expresar sus ideas. Permanente recurre a esquemas de la arquitectura clásica, encuadrada en la noción de órdenes combinado en forma creativa con lenguajes arquitectónicos de distintas culturas. 

La mezcla de estilos para enfatizar volumetrías es también frecuente en sus obras. Tal eclecticismo incluye además formas y símbolos que mezclan diversos estilos y técnicas constructivas componiendo nuevas fórmulas y partidos proyectuales que van evolucionando de un proyecto a otro. También el ritmo aplicado a la alternancia de volúmenes edificados, muy propio de la arquitectura clásica, permite generar perspectivas y percepciones edilicias y urbanísticas de gran dinamismo. Ese ritmo sirve al propósito de crear en el observador la sensación de recorrido hacia una meta trascendente.


En sus obras, puede advertirse una búsqueda de localismo captando el “espíritu del lugar”: En todas sus obras puede reconocerse una preocupación por captar la esencia de los lugares donde se implantan sus obras y un compromiso en responder a los desafíos de lo local. Desde el paisaje natural, hasta su gente y su cultura, sus obras plasman distintas formas de expresar la fragilidad humana y el soporte de lo natural a través del objeto construido. El caso de los centros comunitarios rurales son un fiel testimonio al respecto

A su vez, el desafío del desarrollo adquiere en sus obras un carácter de identidad y compromiso con la preservación y respeto en el uso de los materiales apropiados, planteando una reflexión recurrente sobre la cuestión de la sustentabilidad. Algunos de sus edificios construidos en ecosistemas sociales y ambientales frágiles, plantean reflexiones sobre la preocupación por utilizar recursos locales, de modo de evitar la importación de materiales de otras regiones, pero al mismo tiempo asegurar que su explotación no lleve a su agotamiento, sino que pueda renovarse siguiendo ciclos naturales. Asimismo, desde el manejo de presupuestos de bajo costos hasta la reinterpretación de la función de sus edificios de modo que sirvan de infraestructuras apropiadas para sustentar procesos de desarrollo consistentes con los recursos materiales y culturales de la época en que fueran construidos.

Las obras aún en lugares rurales remotos apelan a la calidad en el diseño, los materiales y sus texturas indicando un mensaje de progreso a través del embellecimiento de los edificios públicos como la escuela comunitaria rural en Brea Pozo, Santiago del estero.  


Muchas de sus obras enfrentan contextos regionales de postergación y pobreza. Sus propuestas de proyectos construidos notablemente comunican mensajes de prosperidad a partir de obras muy cuidadas en sus partidos como detalles constructivos. El libro "Promesas de Eternidad" relata múltiples anécdotas de construcciones en zonas rurales remotas en las que se enseño a construir estructuras de hormigón armado, lo cual constituyó un enorme desafío logístico para transportar materiales a dichas zonas y capacitar recursos humanos idóneas para tal fin. 
 
Progreso compartido optimizando recursos: Sus obras responden a necesidades sociales muy concretas, a las cuales busca responder con soluciones funcionales y con metáforas formales y poéticas que le den fuerza como causa digna, trátese de la lucha contra la pobreza, la igualdad social o la protección de la cultura de pueblos amenazados en su supervivencia. Su arquitectura siempre responde a un determinado compromiso social, entendiendo por ello, la satisfacción de las necesidades materiales y espirituales de la población a la cual sirve. El contenido simbólico de los edificios complementa a la función, potenciando el rol de la arquitectura en hacedora no solo de edificios más económicos, no solo en sus etapas de construcción, sino a lo largo de sus ciclos vitales, sino también de mayor trascendencia en su función y capacidad de influenciar a la sociedad.

Flexibilidad y metamorfosis: Sus obras priorizan la flexibilidad, en el sentido que se adaptan a un amplio espectro de funciones, aglutinando actividades complementarias congregadas en una misma envolvente edilicia. Así una escuela incorpora aulas donde alumnos de diversas edades acuden a aprender, pero también granjas y talleres donde las aulas progresivamente se extienden en el espacio siguiendo una estrategia didáctica de integrar teoría y práctica en forma consistente. Ya desde su concepción, sus edificios son proyectados a partir de la pauta que deben adaptarse a lo largo de su vida útil, a diferentes usos. Y este sentido de metamorfosis premeditada es la que le da un valor adicional, en termino de sustentabilidad, al evitar su demolición y facilitar su reciclaje permanente. De esta manera, sus edificios mutan de actividades, formas y funciones, como si se tratase de un organismo viviente que se va adaptando inteligentemente a los cambios en su medio. También en sus diseños puede advertirse la intención que sus edificios se adapten a distintas épocas del año y horas del día. En su arquitectura, una vivienda debe proyectarse para satisfacer las condiciones de vida de sus habitantes y al mismo tiempo aprovechar los recursos naturales para ahorrar energía.


Ornamentos, honestidad y equilibrio entre industrialización y artesanado:
Aunque sus obras incorporan piezas ornamentales, las mismas nunca buscan ocultar recursos técnicos como instalaciones, sino que honestamente introducen piezas de arte a los espacios arquitectónicos creados. En sus obras puede apreciarse un equilibrio muy cuidadoso entre componentes edilicios industrializados y producidos en forma artesanal. Este rasgo es especialmente valioso considerando el momento particular del siglo XX cuando se erigieran sus edificios, pero adquieren especial relevancia en plena era de la globalización ya en el siglo XXI. Sus edificios apelan a formas industriales que impresionan por su capacidad de controlar las leyes de la física, pero alternado con elementos artesanales que recuerdan el virtuosismo y calidez humana. Esta combinación resulta especialmente efectiva para realizar edificios de bajo costo y que al mismo tiempo sean durables y de calidad.

Especialmente interesante fueron sus construcciones en áreas de frontera, donde la ausencia de población y la rigurosidad del clima obligó a utilizar estructuras metálicas y de madera industrializadas para erigir rápida y económicamente estructuras que incorporan trabajo manufacturado que se enmarcan en técnicas locales. 


Diseño bioclimático:
En sus obras, especialmente en proyectos de urbanización en Patagonia, pueden reconocerse un tributo permanente a lo natural expresado en la adaptación de sus edificios a los ciclos particulares de los ecosistemas. La captación de recursos climáticos disponibles, como buen asoleamiento y ventilación define una metodología particular de proyectar. Sus obras observan detenida y sistemáticamente los recursos naturales disponibles no solo para hacer un uso eficiente en lo energético, sino también para que refuercen los rasgos naturales del sitio donde se implantan. Así pues, pendientes topográficas, forestación, drenajes naturales, brisas predominantes y demás condicionantes del medio natural forja formas de proyectar que procuran insertar sus obras entendiendo y respetando aquellos ciclos naturales esenciales para la vida en la región. En este aspecto su obra aporta a la arquitectura sustentable, un patrón de respeto del sitio que se contrapone a la noción dominante de su época de proyectar a partir de una idea de “tabla rasa”, donde los ecosistemas naturales y las cualidades del sitio deben conquistarse con la arrogancia de técnicas y diseños imperativos que pretenden imponerse a lo natural. En sus trabajos, este aspecto adquiere significados sociales, naturales y económicos inéditos que aportan insumos relevantes para pensar en políticas superadoras de la intervención arquitectónica adaptada al medio, y muchas veces dramatizada por formas y giros estilísticos que imitan lo natural, mimetizando el proyecto al paisaje.



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